Lunes 21 de abril
[Jesús dijo:] Limpia primero lo de dentro del vaso… (v. 26).
La escritura de hoy: Mateo 23:23-26
En un gélido día de noviembre, nuestra iglesia esperaba llenar doscientas mochilas para los sin techo. Mientras revisaba los artículos donados, oraba para encontrar guantes, gorros, calcetines y mantas nuevos. También se compartirían alimentos. Entonces, un artículo me sorprendió: toallitas. Alguien se había acordado de ayudar a nuestros destinatarios a sentirse limpios también.
La Biblia habla de otro tipo de limpieza: la de corazón y espíritu. Jesús lo señaló cuando denunció la hipocresía de los maestros de la ley y los fariseos. Cumplían los requisitos más pequeños de la ley, pero descuidaban «los preceptos más importantes de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad» ( Mateo 23:23). Cristo les dijo: «limpian el exterior del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno […] Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que lo de afuera también quede limpio» (vv. 25-26).
Actuar como si estuviéramos espiritualmente inmaculados es solo un espectáculo si no buscamos la limpieza que se encuentra en Cristo. «Precioso es el raudal que limpia todo mal», declara un viejo himno cristiano. ¿Qué raudal? «Solo de Jesús la sangre». Un paño nuevo puede ser un regalo para lavarnos por fuera. Jesús nos limpia por dentro, lavando incluso el peor de nuestros pecados.
De: Patricia Raybon
Reflexiona y ora
¿Dónde necesitas una limpieza espiritual profunda? ¿Cómo puedes orar para que Cristo te limpie hoy?
Señor, límpiame espiritualmente por dentro.
Martes 22 de abril
Muestren, pues, amor al extranjero, porque ustedes fueron extranjeros en la tierra de Egipto (v. 19 nbla).
La escritura de hoy: Deuteronomio 10:14-19
Los habitantes de Le Chambon (Francia) arriesgaron todo para ayudar a salvar las vidas de cinco mil personas durante la ocupación nazi. Los refugiados se escondieron en las casas y granjas de la comunidad. La gente del pueblo se sintió inspirada por el pastor André Trocmé, que pidió ayuda a su congregación citando las palabras de Deuteronomio 10:19: «Muestren, pues, amor al extranjero, porque ustedes fueron extranjeros en la tierra de Egipto» (nbla).
Este mandamiento dado a los israelitas aparece en un pasaje que comienza recordando que toda la tierra le pertenece a Dios, que es «poderoso y temible» (v. 17). Sin embargo, Dios decidió amar a los israelitas (v. 15). También cuida de las personas en situaciones de vulnerabilidad (v. 18), incluidos los extranjeros. Cuando los israelitas se establecieron en su nuevo hogar, debían imitar el amor de Dios y cuidar de los que necesitaban ayuda, porque conocían las dificultades específicas de ser extranjeros (v. 19).
Si llevamos mucho tiempo en un trabajo o hemos vivido en la misma casa durante varios años, puede que Dios nos dé la oportunidad de mostrar bondad a alguien que se siente como un «extranjero». Cuando lo hacemos, demostramos el amor de Dios a quienes se encuentran en situaciones nuevas y, a menudo, vulnerables.
De: Lisa M. Samra
Reflexiona y ora
¿Cuándo te han mostrado amabilidad? ¿Cómo podrías cuidar de otra persona?
Padre, ayúdame a extender tu amor y cuidado a los demás.
Miércoles 23 de abril
¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? (v. 33).
La escritura de hoy: Mateo 18:21-35
En la película animada Toy Story, los juguetes de un niño cobran vida cada vez que sale de la habitación o se queda dormido. Un personaje, Buzz Lightyear, grita su eslogan característico mientras demuestra su capacidad de volar por la habitación: «¡Al infinito y más allá!».
Es una frase que ha confundido a muchos. ¿No es el infinito lo más lejos que se puede llegar? ¿Cómo puede haber algo «más allá» del infinito? Basándose en la sabiduría de los antiguos filósofos griegos, el matemático Ian Stewart sugiere que lo que hay más allá del infinito son infinitos aún mayores.
Jesús parece emplear ese esfuerzo exponencial en el ámbito del perdón. Cuando Pedro preguntó acerca de perdonar a otra persona: «¿Cuántas veces debo perdonarlo? ¿Hasta siete veces?». Jesús respondió: «No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete» (Mateo 18:21-22 rvc). Jesús continúa contando una parábola en la que compara a dos deudores, y señala que cuando alguien se arrepiente de verdad de su error, no hay límite en el número de veces que debemos perdonar. Debemos perdonar como Dios nos perdona (v. 33).
Esto puede parecernos imposible. Por eso necesitamos pedir constantemente ayuda a Dios. La gente perdonada perdona a los demás. ¡Hasta el infinito y más allá!
De: Elisa Morgan
Reflexiona y ora
¿Quién anhela tu perdón? ¿Qué significa perdonar a otro de una manera que lo honre a él y a Dios?
Padre, ayúdame a ser tan generoso y sabio con el perdón como tú.
Jueves 24 de abril
El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia (v. 13).
La escritura de hoy: Proverbios 28:9-13
Las fuentes ocultas de toxinas pueden tener consecuencias graves. Según un informe de The Wall Street Journal, las empresas de telecomunicaciones han dejado atrás más de dos mil cables cubiertos de plomo en todo Estados Unidos. A medida que el plomo se deteriora, acaba en lugares donde la gente vive, trabaja y juega. Muchas empresas se están tomando muy en serio el riesgo potencial de filtración de plomo al medio ambiente.
La toxina del pecado no confesado y sin resolver también puede tener graves consecuencias en nuestras vidas. Cuando una persona peca, la tendencia natural es tratar de encubrir el pecado. Pero es insensato permitirse cosas que van en contra de Dios y de su instrucción, intentando ignorarlas, ocultarlas o excusarlas. Como revela la Escritura: «El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia» ( Proverbios 28:13).
Cuando confesamos nuestros pecados a Dios, Él nos purificará de ellos en su abundante gracia: «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar […] y limpiarnos de toda maldad» ( 1 Juan 1:9). Así que, pidamos a Dios que nos ayude a confesar nuestros pecados antes de que las toxinas se filtren en nuestro corazón y en la vida de los demás.
De: Marvin Williams
Reflexiona y ora
¿Cuándo tienes la tentación de ocultar tu pecado? ¿Cuáles son las consecuencias de hacerlo?
Señor, ayúdame a confesar mis pecados y a abandonarlos por completo.
Viernes 25 de abril
Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia (v. 3).
La escritura de hoy: Santiago 1:1-12
Cuatro de nosotros recorrimos a pie el hermoso desfiladero de Watkins Glen, en Nueva York. Contemplamos maravillados cascadas y acantilados de sesenta metros. Cuando nos acercábamos a la cima, un excursionista que bajaba nos dijo: «Solo quedan 10 de los 832 escalones». Quizá fue mejor no haber sabido lo difícil que iba a ser el camino, porque nos habríamos detenido y perdido toda esa belleza.
El viaje de la vida también tiene etapas difíciles. Jesús y Pablo advirtieron a los creyentes sobre los problemas y la persecución (Juan 16:33; 2 Timoteo 3:12), y esto requiere cierta perspectiva. Santiago dijo: «tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas» ( Santiago 1:2). ¿Por qué sumo gozo en lugar de suma agonía? Dios sabe y nosotros sabemos «que la prueba de [nuestra] fe produce paciencia» (v. 3). Pero ¿con qué fin? Para que seamos «perfectos y cabales, sin que [nos] falte cosa alguna» (v. 4).
Si nos detenemos y miramos, a pesar del dolor, podremos ver la hermosa fuerza de carácter que Dios está produciendo en nosotros y en los que nos rodean. Y aprenderemos a apreciar la verdad de que, un día, recibiremos «la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman» (v. 12). Sigamos escalando juntos.
De: Anne Cetas
Reflexiona y ora
¿A qué problemas te enfrentas? Puede que aún no lo veas, pero ¿qué rasgos de carácter quiere cultivar Dios en ti?
Gracias, Dios, que comprendes todo lo que pasa en mi vida y tienes buenos planes para mí.
Sábado 26 de abril
Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó… (v. 7).
La escritura de hoy: Josué 1:1-9
El conductor de un autobús escolar se desmayó al volante, y el vehículo, cargado con sesenta alumnos, iba descontrolado. Dillon Reeves, alumno de séptimo grado, corrió a la parte delantera del autobús y pisó el freno. Mientras la mayoría de los estudiantes estaban distraídos con sus teléfonos, Dillon —que no tenía teléfono— reaccionó. Permanecer alerta y no distraerse lo ayudó a salvar la vida de todos los que iban a bordo, incluido el conductor.
Josué tuvo que dar un paso al frente con valentía después de que su líder, Moisés, ya no estuvo «en el asiento del conductor», dirigiendo al pueblo de Israel. Dios le dijo: «Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate» ( Josué 1:2). Además, le ordenó: «esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley […]; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra» (v. 7). Dios le estaba diciendo a Josué que no se distrajera y que mantuviera sus ojos en las instrucciones que Él le había dado, meditando en ellas «de día y de noche» (v. 8).
Podemos distraernos con pantallas y otras cosas que nos hacen apartar los ojos de Dios y de la sabiduría de las Escrituras ( 2 Timoteo 3:16-17). En cambio, si nos mantenemos alerta poniendo «los ojos en Jesús» ( Hebreos 12:2), podremos actuar cuando Dios nos llame.
De: Tom Felten
Reflexiona y ora
¿Por qué es vital mantener los ojos en Cristo? ¿Cómo puedes estar preparado hoy para recibir su llamado?
Jesús, ayúdame a evitar las distracciones mientras te sigo.
Domingo 27 de abril
… ¡nunca su misericordia se ha agotado! (v. 22 rvc).
La escritura de hoy: Lamentaciones 3:19-26
Cuando su padre, enfermo y anciano, se mudó a vivir con ella, Josie se sintió abrumada por las necesidades diarias para cuidarlo. Los medicamentos eran caros, y las tareas de atenderlo y ser sabia para tomar decisiones, aparte de su otro trabajo «a tiempo completo», la estaban agotando. Se preguntó cómo podría seguir reuniendo y repartiendo fuerzas, sabiduría y amor.
Josie encontró esperanza en Lamentaciones, un libro sobre el dolor que sentían Jeremías y el pueblo de Dios. Jerusalén había sido destruida por los babilonios, y los judíos se enfrentaban a un impredecible exilio. El sufrimiento era abrumador, pero Dios prometió que «por la misericordia del Señor no [serían] consumidos» ( Lamentaciones 3:22). Su pacto de amor permanecería con ellos, aunque ya no estuvieran en la tierra prometida, porque «¡nunca su misericordia se ha agotado!» (v. 22 rvc).
El amor de Dios no tiene límites. «Dios es mi porción, mi fuente de todo —se dio cuenta Josie, haciéndose eco del versículo 24—. Puedo reunir y repartir lo necesario cada día porque saco mi fuerza de Él, cuyo amor nunca se agota».
Si vivimos en obediencia a Dios, podemos tener esperanza, pase lo que pase. En su sabiduría perfecta, Él sabe lo que necesitamos y nos proveerá como mejor le parezca.
De: Karen Huang
Reflexiona y ora
¿Cómo te reconforta y te da confianza el amor perfecto de Dios? ¿Cómo puedes confiar en su sabiduría para proveerte lo que necesitas?
Querido Dios, mi esperanza está en ti.